A pesar de este encuentro y de que la sentencia fue confirmada en 1995, Maradona continuaba manifestando en octubre de 2005 en su programa de televisión que «aceptar no es reconocer. Tengo dos hijas con mi amor de toda la vida. Se llaman Dalma y Gianinna. Estoy pagando con dinero mis equivocaciones del pasado. Un juez me obligó a darle dinero, pero no puede obligarme a sentir amor por él».